Helicóptero
Cae helicóptero en la Capital
Un helicóptero cayó sobre la marquesina de una casa situada en el sector Los Ríos de Santo Domingo, sin que se hayan producidos víctimas mortales del accidente.La aeronave matricula Beel -206, propiedad del señor Pablo Cabrera y piloteada por el capitán de la Fuerza Aérea Dominicana, Juan Pérez, se precipitó a tierra provocando que el aparato se incendiara y causara daños a un vehiculo estacionado en la marquesina de la vivienda.Testigos del accidente relataron que el piloto de la aeronave logró saltar y sobrevivir al accidente. Seguidamente fue trasladado hasta el hospital Marcelino Vélez con una de sus piernas rota. La casa está situada en la calle Anama número 4, en las cercanías del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), cuyos ocupantes salieron ilesos.Hasta el lugar han llegado efectivos de la Policía Nacional, los Bomberos del Distrito Nacional y ambulancias para auxiliar al herido y facilitar las labores de rescate.
Contrabando
Apresan venezolanos con US$520 mil
Este es el segundo caso detectado por las autoridades en los últimos días. El primero era un contrabando de US$569,412 traídos desde Puerto Rico, a bordo de una avioneta propiedad del hasta hace poco Oficial del Estado Civil de Boca Chica, Rafael Luciano Corominas.

Opinión
Votar por el menos malo
En esta imperfecta democracia partidaria, mientras seguimos avanzando, votemos por el mejor, o como usted prefiera decirlo, por el menos malo, por los que han jodido menos a este país
Votar por el menos malo
En esta imperfecta democracia partidaria, mientras seguimos avanzando, votemos por el mejor, o como usted prefiera decirlo, por el menos malo, por los que han jodido menos a este país
Por Güido Riggio Pou
Todo país con deseos de progreso necesita por obligatoriedad ser dirigido por un partido político que posea una maquinaria humana compacta, eficiente, educada, informada, adiestrada y consciente de que el poder no es un simple juego adonde se llega irresponsablemente, sin estar preparados, prestos a improvisar, sólo para poner en riesgo la tranquilidad y la estabilidad económica de los ciudadanos.
Son desplazados los partidos conformados por “bocones” que van a los medios a decir puras tonterías, cosas en las que ellos nunca han creído y que sólo las vociferan para conseguir votos en tiempos electoreros. Son rancios partidos que se han quedado obsoletos.
Muy poblados de retrogradas alimañas patrimoniales que están enquistadas en el mismo timón partidario y que muy bien saben que no poseen la capacidad para ejecutar acciones efectivas a favor del desarrollo económico y social que el país necesita.
Son partidos conformados por improvisados líderes incapaces de tener un pensamiento coherente. Son lastres nacionales, sin ideas precisas y claras sobres las acciones a tomar para hacer despegar nuestra economía nacional hacia el desarrollo definitivo.
Carecen de fe y buscan el poder para dar tumbos, y con sus tumbos transmitir inexorablemente sus zozobras, sus angustias, sus frustraciones; parece que más bien se esmeran en hacer naufragar a la economía nacional y a toda la nación dominicana.
Creen que gobernar es sinónimo de chismear, de atender la infinidad de disputas y querellas intestinas, son incapaces de centrar su pensamiento en los asuntos fundamentales del Estado, en los verdaderos intereses del país, no tienen la capacidad para concentrarse en la búsqueda precisa de la solución de los problemas fundamentales de nuestra sociedad.
Son especialistas en disociar la sociedad dominicana, en desintegrarla. No valoran ni ponderan la condición de estadista que debe poseer un propuesto gobernante.
El país necesita cada día de otros partidos políticos dotados de visión moderna, con una dirigencia bien formada, conciente de que se va al poder para conducir al pueblo dominicano por la estabilidad macroeconómica, dentro de un escenario mundial cada vez más difícil, convulsionado por los aumentos de los precios del petróleo y la escasez de los alimentos.
Si usted siente simpatías por un partido específico o ya pertenece a alguno y, sobre todo, si se siente aludido y molesto por todo lo aquí afirmado, entonces usted me acaba de dar la razón.Güido Riggio Pou es escritor
Son desplazados los partidos conformados por “bocones” que van a los medios a decir puras tonterías, cosas en las que ellos nunca han creído y que sólo las vociferan para conseguir votos en tiempos electoreros. Son rancios partidos que se han quedado obsoletos.
Muy poblados de retrogradas alimañas patrimoniales que están enquistadas en el mismo timón partidario y que muy bien saben que no poseen la capacidad para ejecutar acciones efectivas a favor del desarrollo económico y social que el país necesita.
Son partidos conformados por improvisados líderes incapaces de tener un pensamiento coherente. Son lastres nacionales, sin ideas precisas y claras sobres las acciones a tomar para hacer despegar nuestra economía nacional hacia el desarrollo definitivo.
Carecen de fe y buscan el poder para dar tumbos, y con sus tumbos transmitir inexorablemente sus zozobras, sus angustias, sus frustraciones; parece que más bien se esmeran en hacer naufragar a la economía nacional y a toda la nación dominicana.
Creen que gobernar es sinónimo de chismear, de atender la infinidad de disputas y querellas intestinas, son incapaces de centrar su pensamiento en los asuntos fundamentales del Estado, en los verdaderos intereses del país, no tienen la capacidad para concentrarse en la búsqueda precisa de la solución de los problemas fundamentales de nuestra sociedad.
Son especialistas en disociar la sociedad dominicana, en desintegrarla. No valoran ni ponderan la condición de estadista que debe poseer un propuesto gobernante.
El país necesita cada día de otros partidos políticos dotados de visión moderna, con una dirigencia bien formada, conciente de que se va al poder para conducir al pueblo dominicano por la estabilidad macroeconómica, dentro de un escenario mundial cada vez más difícil, convulsionado por los aumentos de los precios del petróleo y la escasez de los alimentos.
Si usted siente simpatías por un partido específico o ya pertenece a alguno y, sobre todo, si se siente aludido y molesto por todo lo aquí afirmado, entonces usted me acaba de dar la razón.Güido Riggio Pou es escritor